Los mejores masajeadores: comparativa y guía de compra
Es pura estadística, pero el dolor de espalda es la dolencia que más número de gente sufre en todo el mundo, así que es algo que no padeces en soledad. El 80% de la población sufrirá un problema de lumbalgia a lo largo de su vida. ¡Ojo con los masajeadores, que pueden aliviar muchos de tus problemas. Sigue leyendo!
El sedentarismo y el teletrabajo entre otros factores han contribuido al aumento significativo de problemas musculares, lumbares, de cuello, hombros, etc. Pero no desesperes que existen soluciones muy prácticas, como es el caso de los masajeadores y sus múltiples aplicaciones.
Se ha comprobado que los masajeadores nos van a aportar múltiples beneficios, pero ojo que en el mercado existen muchos modelos y no todos son iguales. Para estar seguros de que no vamos a tener problemas de salud, debemos analizar cada uno de ellos, y ver cual se adapta a nuestras necesidades.
Hay masajeadores que no ofrecen buenos resultados, por eso hemos querido analizar distintos modelos buscando aquellos que tengan mejor rendimiento. Comprobando tanto los de gama alta como aquellos masajeadores más económicos que aún así proporcionan verdadera satisfacción en el usuario.
¿Cuál es el mejor masajeador para ti?
Como es lógico todo dependerá de la dolencia concreta que padezcas. Desde aquí podrás acceder al que necesites, en caso contrario te recomendamos seguir leyendo la guía.
Análisis y opiniones de los mejores masajeadores
Los masajeadores que analizaremos a continuación cumplen a la perfección con los objetivos que consideramos fundamentales para conseguir un excelente masaje.
Dicho objetivo es el de mejorar nuestra salud, relajándonos, liberando el estrés, disminuyendo dolores y tensiones musculares. Fabricados con materiales resistentes que garantizan su durabilidad y no generan ningún efecto adverso.
Masajeador de pies RENPHO (ver en Amazon)
Al poner los pies, vamos a notar unas bolas que nos irán haciendo el masaje, éste le podremos ir modificando mediante un mando, subiendo el nivel de intensidad y el calor. Es un producto fabricado en materiales de primera calidad, que cumple perfectamente con su función.
Masajeador anticelulítico BOYOR (ver en Amazon)
Trabaja muy bien las zonas afectadas por celulitis o piel naranja, siendo aconsejable utilizarlo junto con una crema anticelulítica para multiplicar su efecto. Desde el primer momento es una máquina que nos ofrece fiabilidad. Cómodo e indoloro, no sufres pellizcos al usarlo.
Masajeador de espalda RENPHO (ver en Amazon)
Fabricado en cuero suave y una malla en 3D transpirable. Se ajusta a nuestra espalda mediante una correa elástica, y cuenta con un velcro para montar en cualquier tamaño de silla.
Con este dispositivo vas a sentir, casi de inmediato, una sensación de bienestar y de alivio de las molestias. Poder regular la velocidad, además de poner y quitar el calor es una auténtica ventaja. Podrás usarlo en distintas zonas del cuerpo buscando las posiciones más cómodas.
Masajeador facial de Jade Plantifique (ver en Amazon)
Vamos a conseguir una piel de aspecto mucho más joven después de usar el rodillo a diario. Tienes un año de garantía con el compromiso de devolución del dinero. Incluye una guía completa en Ebook y una bolsa de transporte.
El producto se ve cuidado y de excelente calidad, con una buena descripción del modo de uso. Es capaz de crear una sensación de masaje bastante agradable tanto a temperatura ambiente como recién sacado de la nevera.
Pistola de masaje OPOSO (ver en Amazon)
Tiene 30 velocidades con un máximo de 4800 RPM, la batería es de litio para hasta 8 horas de funcionamiento. Tarda 4 horas en cargar y está protegida con una empuña de silicona. Tiene 6 cabezales personalizados de masaje.
Destaca por la calidad de sus materiales, tanto del dispositivo como de sus accesorios. Su potencia y nivel de percusión es más que suficiente. Se presenta con muchos cabezales para tratar distintas zonas del cuerpo. Perfecta para relajar los músculos tras el entrenamiento. ¡Vas a reducir el estrés y la ansiedad en general!
Sillón masajeador COMFIER (ver en Amazon)
El calor es opcional además de ajustable en intensidad. La funda es desmontable y lavable y lo podrás utilizar tanto en la oficina como en casa. Conseguiremos aliviar rápidamente el estrés, la tensión y la fatiga.
Al utilizar materiales de primera calidad hace que el sillón sea muy cómodo. La función de compresión de aire es espectacular, la impresión es la de un masaje profesional reconfortante.
Cojín masajeador RENPHO (ver en Amazon)
Fabricada en piel sintética de alta duración y malla traspirable, de tacto muy suave y fácil limpieza. Se apagará automáticamente tras 15 minutos de uso y no es inalámbrico. Las asas de la correa son ajustables.
Aunque pese un poco enseguida te acostumbras y es una auténtica gozada el masaje. La potencia de masaje combinada con calor lo hace perfecto para relajar los músculos, enseguida notamos sus efectos beneficiosos.
Almohada cervical Levesolls (ver en Amazon)
Está fabricada en tejido de bambú lavable y poliester. El bambú absorbe el sudor, evita el polvo, las alergias y los malos olores, con una buena permeabilidad al aire. está rellena de partículas de gel gomo espuma.
Al ser viscoelástica se adapta sin problemas a nuestro contorno. No hace “milagros” pero vas a dormir mucho mejor, más descansado y al levantarte desaparecerán tus dolores de cuello. Es muy práctico que disponga de cuatro alturas.
Camilla para masajes TecTake (ver en Amazon)
Fabricada en una estructura de aluminio lo que la otorga una mayor ligereza. Sus pies son de plástico antideslizante, soporta un peso máximo de 220 kg e incluye una bolsa de transporte. Camilla profesional a buen precio.
Puede que se mueva bastante, pero cumple con su función. El grosor del acolchado es el suficiente como para estar cómodos al estar sentados como tumbados. Es una camilla muy práctica que ocupa poco espacio a la hora de guardar.
Manta eléctrica Qfun (ver en Amazon)
Gracias a sus líneas de conducción se proporciona un calor uniforme y estable. Se presenta con una banda elástica que permite la sujeción a cualquier parte del cuerpo. Su consumo de energía es bastante reducido.
El tacto está muy logrado, sorprende lo agradable que es, y como dispone de muchos niveles de calor, enseguida descubres el que mejor te viene. El mando es bastante grande, pero eso facilita su manejo.
¿Qué masajeador comprar? Guía de compra
Elegir un buen masajeador es un tema bastante importante pues hay que decidir sobre un dispositivo que va a tratar de aliviar nuestros dolores musculares y a reducir el estrés.
Por tanto, tenemos que estar muy seguros de elegir el modelo que mejor se ajuste a lo que estamos buscando, es decir, el que cumpla con todos los aspectos que explicamos a continuación, asegurándonos de esta manera una excelente elección.
¿Qué es un masajeador y cómo funciona?
Se trata de un aparato eléctrico que, mediante la rotación de rodillos, la vibración y el calor, consigue un efecto calmante y a la vez estimulante, sobre determinadas partes del cuerpo que han sufrido tensiones e incluso dolor.
El calor lo que produce es una dilatación de los vasos sanguíneos, esto provoca una mejor circulación de la sangre, acelerando por tanto la recuperación, pues en definitiva se produce una oxigenación de la sangre.
Son dispositivos que imitan la presión con los dedos de los masajes tradicionales, que al estimular la acción muscular va a mejorar la circulación venosa y linfática. Igualmente nos relajará y aliviará la fatiga muscular provocada por un ejercicio intensivo, las malas posturas, el estrés.
Cada masajeador tiene una estructura concreta para adaptarse a la parte de cuerpo que vamos a tratar, pero según sean sus cabezales y su tecnología, puede hacer su trabajo de una manera concreta:
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- Cabezales vibratorios. Suelen ser los más habituales, ofreciendo un masaje suave.
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- Cabezales de percusión. Hacen un golpeteo suave sobre la piel con el fin de relajar la musculatura. Se puede regular en intensidad para realizar un amasamiento suave o profundo.
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- Cabezales térmicos. Estos a la vez que hacen el masaje, aplican calor a la zona, ayudando a eliminar grasa y toxinas, cuidando por tanto la piel.
¿Dónde debemos usar el masajeador?
La mayoría de los dispositivos son para un uso general, pudiéndose utilizar en prácticamente cualquier lugar del cuerpo, ya sean los brazos, la espalda, el cuello, las piernas. No solo cubren una zona concreta si no que pueden considerarse multiusos.
Este modelo está pensado para aquellas personas que sufren un cansancio generalizado de su cuerpo o bien dolores repartidos por distintas zonas.
En este momento cabe recordar que los masajeadores no son sustitutivos de tratamientos médicos, y que siempre debes complementar con algo de ejercicio. Van a ser tremendamente eficaces a la hora de aliviar tensiones musculares, sobrecargas puntuales o pequeñas contracturas.
En el caso de sufrir dolor en una zona concreta, te recomendamos utilizar un masajeador específico para la parte del cuerpo donde tienes la molestia. En esta guía te mostramos los distintos tipos de masajeadores que existen.
¿Por qué es útil un masaje?
Tanto el calor como la estimulación con presión, además de mejorar la circulación, llegan a servir de analgésicos pues actúan sobre las terminaciones nerviosas sensitivas, y disminuyen la viscosidad del tejido en ligamentos y tendones, ganando con ello en elasticidad.
Un masaje se puede combinar con frio, y el contraste con el calor estimula la circulación de la sangre, enviando nutrientes a los músculos, acelerando con ello la recuperación. También es bueno para tratar la celulitis al darle un aspecto más firme y uniforme.
Está claro que hay masajeadores que hacen mejor su trabajo que otros, por lo que te recomendamos encarecidamente seguir las recomendaciones que te vamos dando a lo largo de la guía. Los masajeadores top incluyen técnicas de relajación y masaje de reconocimiento mundial como es el caso del Shiatsu.
La mayoría tienen un diseño capaz de imitar el movimiento de manos de un profesional, como medio para conseguir el efecto deseado, haciendo que nuestro cuerpo se encuentre mejor, regenerándose tras llevar a cabo sesiones intensas.
Como es lógico, con los masajeadores de calidad el estado físico de nuestro cuerpo mejorará con menos sesiones, notando una sensación progresiva de satisfacción. En cuanto pruebes un masajeador, notarás enseguida su calidad.
Beneficios de utilizar un masajeador
Nadie pone en duda que se trata de dispositivos prácticos y eficaces. Los podemos tener en nuestra casa para aliviar dolores, tonificar la piel o simplemente ayudarnos a relajar tras un intenso día de trabajo.
Entre todos los beneficios de un masajeador, vamos a destaca:
- Se trata de dispositivos prácticos y cómodos, pensados para dar soluciones a problemas tales como dolores, rigidez muscular o incluso falta de elasticidad. No se “cansan” nunca, pues funcionan con baterías o conectados a la red eléctrica, pudiendo usarlos cuando te apetezca, que es lo que hace que aumente su eficacia.
- Prácticos. Casi existe un masajeador para cada zona específica del cuerpo, lo que hace que sean aparatos muy prácticos. Hay modelos con los que no tienes que hacer nada, incluso trabajan mientras tu realizas otras actividades, y también los hay que requieren de tu participación, incluso bajo la ducha.
- Van a ser efectivos en función del objetivo que queramos alcanzar. La mayoría de ellos alivian los dolores, pues no pueden hacer otra cosa. Aquí la constancia es la clave, pues con ella aumentará su efectividad.
- Aquí destacar que algunos modelos pueden tener un precio elevado, pro si su vida útil es larga, debes pensar más en términos de inversión. Evitan el tener que ir al fisioterapeuta con asiduidad.
- Ayudan a la regeneración de los tejidos, fortalecimiento y tonificación.
- La mayoría ofrecen un masaje de calidad, avalado por los especialistas que diseñan estos dispositivos
- No poseen efectos secundarios
El calor en los masajeadores
Existen masajeadores que no se limitan exclusivamente a ejercer presión sobre la zona dolorida, sino que además pueden aplicar calor en distintas intensidades. Esto provoca un calentamiento d ellos tejidos favoreciendo la oxigenación celular, provocando una respuesta antinflamatoria, analgésica y antiespasmódica del propio cuerpo, dando lugar a la relajación de tejidos y a la descontracturación de los músculos
El calor lo podrás regular según tus necesidades o preferencias, pudiendo en la mayoría de los modelos activar o desactivar esta capacidad. El calor se puede introducir en el cuerpo mediante infrarrojos o por compresión.
Un masajeador es muy fácil de usar
La función principal de un masajeador es la de conseguir aliviar molestias y dolores, con lo que tiene que ser sencillo de utilizar sin generar ningún tipo de problema. Para ello lo mejor es asegurarse previamente a comprar un modelo concreto mediante opiniones o reseñas, en que grado de simplicidad de uso se encuentra.
Para ver esto, tan simple como observar dos aspectos fundamentales: su ergonomía y el peso. Lo primera influye directamente en que nuestra mano se canse menos a la hora de usar el masajeador, facilitando o no el acceso a determinadas zonas del cuerpo. El peso hace que no te canses sujetándole, sobre todo en personas más débiles físicamente.
¿Dónde se puede usar un masajeador?
Lo más normal es que compremos un masajeador para utilizarlo en casa, pero gracias a su carácter portátil y a su comodidad lo podremos utilizar en otros sitios como nuestra propia oficina.
Para utilizar un masajeador fuera del ámbito del hogar, vienen preparados para ser transportados mediante una funda que nos permite llevarlos cómodamente, y también con una correa que va a facilitar la colocación del dispositivo en lugares concretos, como es el caso del asiento del coche o la silla de tu oficina.
¿Son seguros los masajeadores?
Los masajes hechos con las manos y los realizados a través de un dispositivo deben hacerse dentro de unos tiempos determinados, pues resulta peligroso concentrar el masaje durante mucho tiempo en una zona determinada, ya que podrías conseguir el efecto contrario.
Por esta cuestión la mayoría de los aparatos de masaje, cuentan con un temporizador y un sistema de apagado automático, tras un periodo que no debe pasar de los 30 minutos. Esto también servirá a los masajeadores para no calentarse demasiado y aumentar con ello su durabilidad.
¿Qué tener en cuenta antes de comprar un masajeador?
Te aconsejamos no aventurarte a comprar un masajeador sin tener en cuenta estos factores:
- Eléctrico o manual. Todo va a depender de la magnitud del problema que estamos padeciendo. Un masajeador eléctrico se recomienda para aliviar el dolor, recuperarnos de una lesión y relajarnos. Uno manual se utiliza fundamentalmente para mejorar la circulación sanguínea y tratar problemas bien focalizados.
- Las funciones. Aquí debemos poner al mismo nivel el funcionamiento que nuestras necesidades. Los masajeadores inteligentes rápidamente se sitúan en función de la tensión muscular que detectan.
- La versatilidad. La mayoría se adaptan a las distintas zonas del cuerpo, lo que hace que podamos usarlos para cualquier dolencia.
- El ruido. Un dispositivo silencioso hace que se pueda usar en cualquier sitio sin molestar a nadie, ya sea en casa viendo la tele o en el propio trabajo.
- Los cabezales. Estos deben ser siempre reemplazables e intercambiables, para poder usarlos cuando los necesitemos, en función del problema a tratar.
- La tecnología adicional. Hoy están a la venta todo tipo de masajeadores para brazos, piernas, espalda o cualquier otra parte del cuerpo, utilizando tecnología ultrasónica, térmica i de infrarrojos, brindando ventajas y efectos adicionales en la salud.
¿Cuándo es bueno utilizar un masajeador?
Hay que estar tranquilos pues los masajeadores no tienen ningún efecto secundario, por tanto, los podremos utilizar siempre que queramos, aunque hay ocasiones en que su uso se hace mucho más conveniente:
- Aliviar el dolor. Esto es lo primero que buscamos, sobre todo tras sufrir una lesión muscular, generalmente después de realizar alguna actividad física.
- Tensión muscular. Que se genera como consecuencia de sufrir estrés diariamente, reflejándose en zonas como el cuello, los hombros, la espalda y lumbares. Un masajeador que reduzca la tensión muscular es lo más apropiado.
- Mejorar la circulación sanguínea. Vas prevenir la aparición de varices y la retención de líquidos.
- Recuperación muscular. Tras el ejercicio intenso, se pueden generar contracturas o pequeñas roturas de fibras. Aquí los masajeadores más preparados suelen reducir las molestias y favorecen la regeneración.
- Curan las lesiones óseas. No es su objetivo prioritario, pero ayuda a tonificar la musculatura de la zona, ayudando a una recuperación más rápida.
Cómo utilizar correctamente un masajeador
Utilizar un masajeador es algo de lo más sencillo:
- En primer lugar, se coloca sobre la zona a tratar, que es para lo que está diseñado. En el caso de una pistola de masaje, tendremos que posar el cabezal.
- Seguidamente hay que ajustar los parámetros de intensidad, calor, velocidad, etc.
- Para terminar, dejando que el masajeador cumpla con su trabajo en una sesión de unos 25 a 30 minutos, aunque con variaciones según sea el caso a tartar.
¿Cuáles son los tipos de masajeadores?
Se pueden englobar en dos categorías principales:
- Masajeadores manuales. Como su nombre indica no tienen ningún componente mecánico. Disponen de una superficie con almohadillas, rodamientos, púas y otros elementos que son los encargados de realizar el masaje. Cada uno de debe trabajar sobre la zona a tratar.
- Masajeadores eléctricos. Son los que disponen de un mecanismo que mueve una serie de componentes que aplican presión sobre el área para el que están diseñados, realizando así el masaje. No requieren de la intervención de las personas, salvo para colocarlos.
Entrando más en profundidad podemos hablar de:
- Masajeador de espalda. Perfecto para aquellos que pasamos un montón de horas sentados en el trabajo. Hace su función en la zona de las lumbares, dorsales y el cuello. Aquí podemos incluir el respaldo y el asiento masajeador, los cuales se pueden instalar en cualquier silla y que nos concede un agradable masaje.
- Masajeador de pies. Utilizan la rotación y vibración de rodillos, el agua y el calor, para estimular la planta de los pies, los tobillos y pantorrillas.
- Masajeador de cervicales. Su trabajo lo realiza sobre las vértebras y la musculatura del cuello, que es donde se acumula el estrés. Suelen ser versátiles, adaptándose a los hombros, lumbares y pantorrillas.
- Sillón masajeador. Estos ya disponen de motores de vibración que proporcionan agradables y relajantes masajes en piernas, glúteos y espalda. Puedes personalizar las zonas a tratar además de regular su intensidad.
- Masajeador de cara. Con el que poder hacer masajes automáticos o manuales con una finalidad estética. Buscamos eliminar o prevenir las arrugas, así como una reducción de las bolsas de los ojos y las ojeras.
- Masajeador capilar. Masajes que consiguen tener un cuero cabelludo más fuerte y sano. Los masajes en esta zona además de favorecer la circulación sanguínea previenen la caída del pelo.
- Masajeador Shiatsu. Con él se puede trabajar todo el cuerpo. El masaje está pensado para estimular los puntos de acupuntura del organismo, con la finalidad de mejorar los flujos de energía.
- Masajeador abdominal. Pensado para quemar grasa pues el masaje ayuda en la eliminación de la que se va acumulando en el vientre, además de tonificar la musculatura del abdomen tras hacer ejercicio. Lo habitual es que sea un masajeador reductivo y térmico.
- Cochón masajeador. Se trata de dispositivos que aplican masajes suaves sobre todo el cuerpo con el fin de mejorar el descanso.
Preguntas frecuentes antes de comprar un masajeador
Lo normal es que te surjan dudas sobre los masajeadores que terminen influyendo en tu decisión final de compra. Es por esto, que quiero que tengas en cuenta las preguntas más habituales que se hacen los usuarios
¿Cuánto tiempo puedo usar un masajeador eléctrico?
Tendremos que centrarnos en hacer masajes que no duren más allá de 30 minutos en una zona determinada, ya que podrías sufrir el efecto contrario. Aunque también todo va a depender de la intensidad que selecciones en el aparato, si es más bien para un masaje relajante u otro mucho más intenso.
¿Cuándo es recomendable darse un masaje?
Lo recomendable, aunque influyen muchos factores, es darse al menos un masaje al mes. Pues el objetivo es liberar las tensiones que se va acumulando a diario, para conseguir que no se asienten del todo en tu cuerpo.
Los músculos al acumular mucha tensión se van acortando y puede traer con el tiempo problemas de movilidad y pérdida de flexibilidad, y a veces producirse presiones en zonas con ramificaciones nerviosas como el cuello o las lumbares, causando todo ello bastante dolor.
¿Con que frecuencia se puede usar el masajeador?
Si exceptuamos el de pies, no se recomienda en absoluto utilizar el masajeador a diario. Lo normal es utilizarlos tres o cuatro veces, como mucho, a la semana, en especial cuando estás empezando.
Debes tener en cuenta que, aunque el masaje es algo bastante placentero, es una presión que se está ejerciendo sobre nuestro cuerpo, por lo que hay que entrenarlo para que se vaya acostumbrando. La excepción la encuentras cuando utilizas las intensidades más bajas de los masajeadores, como simples momentos liberadores de estrés. Será aquí cuando los puedas usar con mayor frecuencia.
¿Son buenos los masajeadores para adelgazar?
Aquí habría que hablar de los masajes reductivos, es decir, los que sirven para reducir estrías y las marcas de la celulitis. Por otra parte, son métodos nada invasivos que no ponen en riesgo nuestra salud como lo podrían hacer tratamientos o pastillas para adelgazar de dudosa reputación.
¿Se puede usar un masajeador con cremas anticelulitis?
La respuesta es claramente sí. En el mercado existen masajeadores para luchar contra la celulitis, que además permiten exfoliar la piel y realizar masajes que reducen tensiones musculares, regulando los niveles de intensidad.
Usar estos dispositivos junto con cremas o aceite anticelulitis, es muy recomendable, sobre todo porque hace que el masaje acabe penetrando en la piel mucho más en profundidad.
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